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Hay empresas que, en su día, invirtieron muchos recursos (humanos, económicos…) en arquitecturas TI magníficas pero rígidas en su concepción. Nada que achacar: hasta hace no demasiado tiempo, las opciones de las empresas para la creación de sus sistemas TI no permitían flexibilidad. O, al menos, no la permitían sin un complejo (y caro) proceso de sustitución o ampliación de elementos. Muchas de aquellas organizaciones han ido dando pasos hacia nuevos esquemas que, a su vez, multiplican las posibilidades de expandir su negocio y aumentar su competitividad. Son empresas que han abrazado, en una u otra medida, la virtualización. Pero también la virtualización, con su aún corta vida, ha evolucionado su oferta. Ahora ya hablamos (y no se ha dicho la última palabra) de hiperconvergencia (o estructuras HCI). Para todos los componentes, incluido el almacenamiento.

Plataformas HCI: potenciando el cambio

Resumiendo mucho, cuando hablamos de infraestructuras hiperconvergentes (HCI) nos referimos a aunar, en un único dispositivo, la capacidad de computación, el espacio de almacenamiento y las redes, y gestionarlo todo de forma centralizada. Las plataformas HCI son nativas de la virtualización, y están diseñadas con varios objetivos en mente: reducir al máximo la complejidad de los sistemas TI; dotar de flexibilidad a todo el entorno, para poder adaptarse a las exigencias de cada momento empresarial; ahorrar costes; permitir el crecimiento escalable; entre otros.

Hay dos características que definen las infraestructuras HCI por encima de todo: se basan en software y son modulares. La primera característica ya nos habla de la desaparición (o menor dependencia) de un límite: el físico. La segunda incide en la flexibilidad y la escalabilidad. Al poder ir añadiendo módulos preconstruidos (o preconfigurados), se facilita la adaptación a puntas de trabajo, lanzamiento de nuevos proyectos o líneas de negocio, etcétera.

Ventajas de la hiperconvergencia

Las nuevas posibilidades eran inimaginables cuando la arquitectura dependía más del hardware y, además, debía construirse componente a componente desde cero. Y también inasumibles por una mayoría de empresas. Solo hay que pensar que, por ejemplo, los precios de ampliar un data center físico dedicado a menudo no resultan asequibles para las organizaciones pequeñas o medianas; y, si la necesidad surge con un presupuesto anual ya cerrado, también se vuelve difícil para una compañía grande.

Pero también podemos mencionar otras ventajas. Como que, al ser productos diseñados para la virtualización, cualquier “pieza” que añadamos a nuestros sistemas HCI encajará a la perfección con las anteriores. Asimismo, al venir preconfiguradas, su puesta en marcha es mucho más rápida que con sistemas convencionales. Y eso sin mencionar el coste, que es sensiblemente menor durante todo el proceso de vida del software.

Que el espacio no frene tu crecimiento

Ya hemos mencionado que las plataformas HCI contemplan computación, almacenamiento y redes, además de gestión del software. Hasta hace unos años, aumentar la capacidad de almacenamiento (cuando no lo habíamos previsto, ni operativamente ni en lo que respecta a los costes) era un hándicap para la evolución de cualquier negocio.

En el momento que vivimos, con una revolución digital en marcha, un entorno económico global y una competitividad muy alta (que plantea enormes retos, pero también grandes oportunidades) poder crecer también en capacidad de almacenamiento acaba marcando la diferencia. Y la hiperconvergencia lo convierte en posible.

El almacenamiento definido por software vSAN

Los centros de datos basados en almacenamiento definido por software (SDS, por las siglas de Software-Defined Storage) son la solución hiperconvergente para organizaciones que necesitan flexibilidad y ahorro de costes. En concreto, vSAN es el software líder del ámbito que impulsa las soluciones HCI. De hecho, vSAN está incluido en la plataforma hiperconvergente VxRail, de Dell EMC.

¿Qué lo diferencia de otras soluciones de almacenamiento? Que su tecnología le permite ofrecer un almacenamiento con escalabilidad elástica y con un rendimiento optimizado con flash. De este modo, responde a cualquier necesidad de virtualización. Y lo hace obteniendo ahorros que pueden alcanzar el 50% en el TCO (Total Cost of Ownership).

vSAN se convierte de este modo en la arquitectura de almacenamiento que hará de su centro de datos la punta de lanza de su negocio, gracias a la automatización de procesos y a las posibilidades de crecimiento y respuesta ágil. ¿Le ayudamos a imprimirle competitividad a su empresa?